13 d fEb 2011
Sucede algo extraño cuando platico con mi familia. Sobre todo cuando les platico sobre mi viaje. Quizá le tomo mucha importancia. Pero siento su ausencia, como dispersos o distantes. Al primer impulso se distraen y comienzan. Hablar d otra cosa. Cuando me quedo a la mitad y no he terminado. Como si no quisieran hablar de eso. Se siente feo, porque me quedo con unas ganas muy grandes de contarle y a quien si no a mi familia.
Pero no hay oídos.
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