20141130

El poder de saber lo que queremos

El poder de saber lo que queremos


Los sueños no te llevarán a ninguna parte... porque estás dormido.


"One day Alice came to a fork in the road and saw a Cheshire cat in a tree. "Which road do I take?" she asked. "Where do you want to go?" was his response. "I don't know," Alice answered. "Then," said the cat, "it doesn't matter.""
-- Lewis Carroll, author


Hace poco estaba intercambiando mensajes de texto con mis hermanos y me decían que hay que soñar para obtener lo que queremos. Pero pensé que hay muchas personas que no entenderían este mensaje. 

Pensé en otras personas y me puse en su lugar y de verdad que suena totalmente vacío. Yo entendí lo que uno de mis hermanos decía al decir "vamos a soñar", porque sé las implicaciones que quiere transmitir. Pero creo que tiene varias connotaciones, es como decir "no comas carbohidratos" a alguien que no sabe qué alimentos tienen o no tienen estos hidratos de carbono (también llamados glúcidos) así que la información que recibimos y cómo la procesamos, depende de nuestro conocimiento actual de las cosas. Las referencias que tenemos. La percepción que nos hacemos del mundo cambia completamente. La percepción de lo bueno y malo, sobre las emociones que sentimos, el lenguaje que utilizamos para expresarlas, y si culpamos o no lo que nos pasa a un factor externo o a nosotros mismos.

Hace tiempo hice una música para un cliente y entendí que la opinión que me estaba dando era basada en su experiencia personal. Me dijo que sonaba tipo Star Wars, pero si hay personas que nunca han visto las películas de Star Wars, es muy probable que la opinión que se hagan tenga diferentes tipos de referencias, palabras, otro tipo de lenguaje y con éste, diferentes emociones. Quizá pensarán más como música clásica, habrá quien diga que suena a música de película. Pero, ¿qué emoción transportan las palabras "música de película", "música clásica", "música de Star Wars"? El mensaje es positivo?, debo tomármelo como algo bueno o algo malo?, quiere decir que logré el objetivo de mi cliente?, ¿es un cumplido o todo lo contrario?, ¿lo hice bien o lo hice mal?. Como en la mayoría de los casos, hay que descifrar el verdadero mensaje que el cliente me ha querido dar. El poder del lenguaje tiene mucho que ver en la forma en que utilizamos las palabras para comunicarnos; con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestra pareja y hasta con nosotros mismos. También para transmitir lo que sentimos también se necesita práctica.


De las emociones


Pero para mi las palabras no son más que la envoltura de las emociones. Es el empaque que transporta el mensaje emotivo que queremos transmitir. Sabemos que el 80 por ciento de todas nuestras decisiones son determinadas por las emociones. (Gran tema estudiado también por el campo interdisciplinario de la Neuroeconomía / Neuroeconomics que busca explicar la toma de decisiones humanas). En marketing se sabe muy bien esto y se utiliza para fortalecer el deseo de compra de las personas. En su forma más fundamental y primaria sería para dar placer o evitar dolor.

No hay que olvidar que al final, éste empaque que llamamos palabras transportan emociones y que al final son con lo que nos comunicamos. La forma en la que nos comunicamos es con emociones a través del lenguaje. Por ésta misma razón somos contadores de historias. De las expresiones artísticas, las más exitosas son las que transmiten mejor las emociones. Las canciones hablan del amor o desamor, tristeza y felicidad. En breve, del placer o del dolor, que son las básicas formas de emoción.



Del lenguaje


Así que para transmitir un mensaje, debemos de utilizar el lenguaje de nuestros escuchas. Éste texto, me gustaría que mis amigos francófonos lo lean, la forma de hacerlo es mandarlo a traducir. Hay especialistas para ésto.

Ejemplos (para reír un rato):

  • Porque no es lo mismo una vieja paloma cansada de volar, que una vieja cansada de volar como paloma. 
  • No es lo mismo la sopa hirviendo que ir viendo la sopa. 
  • No es lo mismo me río en el baño que me baño en el río. 
  • No es lo mismo un metro de encaje negro, que un negro te encaje el metro. 
  • No es lo mismo te metes a un baño turco, que un turco te la meta en el baño. 
  • No es lo mismo dos metros de tela de encaje negro, que te la encaje un negro de dos metros. 
  • No es lo mismo, una selva virgen que una virgen en la selva.


Re-formulando sueños y palabras


Hay una frase que leí el otro día que decía que para que tus sueños se hagan realidad lo primero que hay que hacer es despertar. Y esa es mi referencia. Para mi, lo primero que hay que saber es lo que quieres antes que soñar. Porque si no sabes lo que quieres no puedes desear nada, soñar es un estado vacío que solamente suena bonito, es externo, sin control, no pasa nada.

Decir o desear la siguiente frase, "quiero tener dinero" es muy vago, porque no especifico cuanto y ni en qué tiempo quiero tenerlo. Una vez que sabes lo que quieres, el como obtenerlo aparece (no como un factor externo a nosotros y mágico que sucede) porque es algo que decidimos, vemos las oportunidades, estamos más alerta a saber como obtener lo que queremos. (deseos, sueños)


De las referencias


Un deseo me suena como lo que pides mentalmente al apagar la vela sobre el pastel de tu cumpleaños. Para mi un sueño es algo que no implica esfuerzo, porque así es como en la mayoría de los casos hemos aprendido que cuando es tu cumpleaños, todas las personas que te quieren hagan que tu día sea del mínimo esfuerzo.

En éste contexto, el deseo se vuelve como un sueño. Normalmente éste tipo de deseos uno nunca lo escribe, regularmente se olvida y por lo tanto no se realizan.

Así me suena la palabra soñar. Soñar implica estar dormido, pasivo, sin control. Sin ser responsable.

De la responsabilidad


Algo muy importante que he aprendido últimamente es que la responsabilidad es la base principal para cualquier cambio.

Primero tenemos que ser conscientes y aceptar que si estamos en el lugar en el que estamos es a razón de nosotros mismos. Nadie nos ha obligado a ser quien somos. Nadie nos ha obligado a tomar las decisiones que nos han llevado hasta donde estamos.

Al inicio de cualquier cosa, todo es difícil antes de que sea fácil.

Cuando comenzamos a ejercitar la responsabilidad al inicio es difícil aceptar que todo lo que nos ha pasado, es una relación directa a las decisiones que hemos tomado en el pasado y que en donde estemos y lo que seamos será resultado de nuestras decisiones que haremos hoy para nuestro futuro.

Porque podemos culpar al gobierno, al medio ambiente, a la sociedad, a la familia, a la economía, a la religión, a dios, al vecino, al policía, al sistema educativo, al sistema alimentario y así hasta que podamos llegar a un punto fácil y sin esfuerzo de explicar del porque estamos donde estamos y somos lo que somos. Que somos causa de un factor externo, que somos la reacción de una acción.

La responsabilidad es nuestra habilidad a responder a las situaciones de la vida diaria. Es muy probable que no tengamos el control de todos esos factores que mencioné arriba, pero si somos responsables de nuestras reacciones ante ellas.

De lo malo y lo bueno, de las etapas.


Dicen que no hay nada completamente malo y nada completamente bueno. Lo que es bueno para uno es malo para el otro y viceversa. Y si es bueno hoy quizá sea malo para mañana y viceversa.

Somo contadores de historias, podemos inventar ejemplos o podemos referirnos a la historia, a lo que les ha sucedido a otras personas. Aquí puse una fábula Zen que describe bien lo que quiero decir. Al final es para transferirnos una emoción. Yo te puedo contar la mía, pero al final es sólo la mía. Yo tengo mis propios puntos que me preceden y tu tienes los tuyos. Pero ambos podemos decidir sobre los puntos que queramos trazar en el futuro. Si tan sólo sabemos que es lo que queremos dibujar.

Es como una matriz llena de puntos donde puedes dibujar lo que tu quieras conectándolos, uno después del otro. Así es como vamos haciéndonos, punto tras punto. Y ningún punto es completamente malo o bueno. Sólo son puntos (etapas) que si lo vemos desde lejos, podremos vislumbrar el dibujo completo. Lo bueno en cada punto es que tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo del dibujo. Transformarlo. Solamente tu decides el significado de cada punto. Puede ser cada diez años. Puede ser cada año, (como los propósitos que las personas suelen hacer en navidad). Puede ser cada mes, cada semana, cada día, cada hora.

Lo que hace que una relación sea duradera es cuando se sincronizan éstos puntos en el futuro. Del establecer mutuamente con anticipación que es lo que se quiere dibujar (lograr).

Mismo ejemplo de la matriz pero ahora comienza a dibujar con otra persona.


¿Qué diferente resultado vamos a obtener? Sin decirnos que queremos dibujar y comenzamos a dibujar al mismo tiempo conectando punto tras punto, uno a la vez cada quien. Al resultado que obtendremos si nos decimos que queremos dibujar juntos. El ponernos de acuerdo a cómo lo haremos y qué parte hará cada quien vendrá después. El poder de saber lo que queremos nos trazará en cada etapa el dibujo de nuestra vida. 


Si compartimos lo que queremos con alguien y éste alguien quiere otra cosa, sabemos que tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestro dibujo, transformarlo. Somos responsables de tomar la dirección que queramos en cualquier sentido. De transformar lo que queríamos lograr solos, para hacer algo diferente con alguien. De transformar nuestro dibujo por el dibujo del otro porque nos parece mucho mejor, o de persuadir al otro para que nos ayude a trazar el dibujo que ya tenemos en mente, el que hemos visualizado. Y ninguna de estas decisiones es buena o mala.


La diferencia entre una persona que tiene éxito (lo que quieras que signifique éxito para ti) y una que no lo tiene, es en su capacidad de visualización (por su puesto que al futuro). La visión que se tenga. Dicen que es una de las características de los líderes y hay mucha información sobre ésto, de como ser efectivo y administrar mejor tu tiempo, y que esas personas pueden ver, pueden imaginar, el resultado. Por ende creen que es posible y están alertas a todas las oportunidades para lograrlo. Para mi, la forma más fácil de entenderlo es que; una persona que tiene éxito es porque sabe lo que quiere.


Del tiempo y del cambio


Querer algo implica que uno no lo tiene. Si quiero ser o tener algo, implica que no lo tengo y que lo deseo. Para ser o tener algo implica un cambio, y cambio implica el tiempo futuro.


Del ejemplo del dibujo de la matriz de puntos, donde cada punto representa una etapa que vamos dibujando de nuestra vida. En cada punto, el tener la oportunidad de cambiar no implica el cambio. Y no implica que sepamos como cambiar. Para cambiar necesitamos saber dónde estamos y quién somos.

Del aprendizaje y sistemas de medición


Podemos medirnos por contraste. Es decir, comparándonos con los demás. Y podemos mirar siempre hacia lo que para nosotros pueda representar progreso y bienestar o todo lo contrario. Pero compararnos con los demás no nos ayudará mucho si no lo tomamos como una forma de aprender a través de los que ya tienen, lo que uno también quiere. La actitud de mirar hacia el progreso y bienestar debe ser constante, porque si no, uno se pierde en la zona de confort.

Para saber a dónde queremos ir, primero tenemos que saber en dónde estamos. Podemos pensar, ¿y un marinero perdido en medio del mar?, no sabe dónde está. Pero el estar perdido, no implica no saber a dónde querer ir. Y seguro que un marinero perdido en medio del mar sabe dónde está... esta perdido.

Porque la frase "estoy perdido y no sé a dónde ir" es muy diferente a "estoy perdido y quiero ir a casa".

Una herramienta poderosa para ayudarnos a obtener lo que queremos es un mapa. Saber cual es nuestro punto de partida y saber a dónde queremos llegar. Éste mapa puede ser la idea de lo que queremos dibujar para nuestra vida. Y a través de los milenios, éste mapa se ha recorrido muchas veces por muchas personas. Hay atajos que sólo los que ya llegaron saben. La mejor forma de aprender es irles a preguntar.

Irle a preguntar a alguien ¿cómo lo hizo?, ¿cómo lo está haciendo? y aprender de esta información es un boleto al pasado y al futuro al mismo tiempo.

Al pasado porque nos ahorra tiempo de aprendizaje, del que se aprende por lo que podríamos llamar algo malo, (o siendo responsable) una "mala decisión", pero ¿recuerdas que no hay nada completamente malo ni nada completamente bueno? pues eso, la actitud constante de mirar al progreso y al futuro nos regala un aprendizaje.

Al futuro porque el conocimiento nos propulsa hacía lo que queremos lograr. Aprender es el combustible que nos mantiene andando.

Si las decisiones que he tomado me han llevado a un lugar al que no quiero. Pues me quedo con lo aprendido y sigo adelante. Siempre puedo cambiar el rumbo, mirar el mapa, y ¿si a dónde quiero llegar no es lo que espero?, eso no implica que no lo sea. En el ejemplo del dibujo es como pensar ¿y si se termina la tinta?

Lo que si debemos saber es que el 85% de las preocupaciones nunca ocurren. Ese es otro tema a abordar, sobre todo cuando ya se tiene claro lo que uno quiere y uno ya esta comenzando a trazar ese dibujo. Pero ese no es el propósito de éste texto. Lo dejamos para otro post.

Somos responsables de como reaccionamos ante las altas y bajas de la vida. Al saber lo que queremos nos impulsará a tener la visión de lo que queremos lograr.

Para aprender debemos de comenzar a preguntarnos cosas. Para estar alerta a las respuestas.

Quizá todos hemos escuchado la expresión. No sé lo que quiero pero sé muy bien lo que NO quiero. Si aplicamos un filtro inverso ¿obtenemos lo que queremos?

¿Cómo se aprende a saber lo que uno quiere?. ¿Cómo le enseñas a alguien a saber lo que se quiere?.

No importa dónde estés o qué estés haciendo. Comienza conectando los puntos del dibujo que quieras dibujar. Hazte ésta o éstas pregunta;

En este mes...
En esta semana...
Hoy...
En esta hora...

¿Qué es lo que quiero?

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