Pues al parecer las navidades ya no son como antes, como solían ser. Como las recuerdo.
Semejante el sentimiento cuando te das cuenta de quienes son realmente los reyes magos, santa claus.
Como cuando te das cuenta de una verdad.
Y sin querer las cosas, todas las cosas dejan de ser como creías que son.
Las cosas cambian a tu alrededor y por lo tanto dentro tuyo.
Las personas se van y otras vienen, como los amigos, como la vida y la muerte.
Uno deja de ser la persona que era para ser la que hoy es. Pero irónicamente uno nunca deja de ser quien ha sido para formar parte de lo que hoy está hecho.
Supongo que en algún momento de mi vida esto tenía que pasar. Demasiados cambios en mi vida, en la vida de mi familia, en la vida de los demás.
Dentro y fuera de mí los cambios se caen como bolsa de canicas rota al suelo, rebotando en una aleatoriedad perfecta, aplicando todas las matemáticas y la física dentro de mi cuerpo y dentro de mi corazón. En mi mente solo quedan los sonidos apagados como un grito dentro de una almohada.
Todo lo demás es que extraño mi sabor favorito y mucho; muchísimo.
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