Cada quien vive una realidad diferente.
Los marcos de referencia de cada quien son únicos.
Es por eso que existen las diferencias de opinión. Todos vemos al mundo desde nuestros propios ojos. Juzgar algo como malo o bueno es muy aventurado.
Cada quien tiene necesidades que desea satisfacer. Hay varias formas de obtenerlas y con el paso del tiempo fabricamos un sistema de creencias que nos ayudan a satisfacerlas.
El afecto por ejemplo, es cuestionable juzgar a una persona como "materialista" porque la forma en la que ha entendido que el afecto se demuestra es a través de regalos materiales. Y cuando juzgamos simplemente es porque nos falta información y nuestra opinión se genera desde nuestra propia experiencia.
Si una persona asocia que el afecto o el amor se demuestra con objetos materiales porque quizá así fue como lo aprendió de joven... le gustará recibir regalos físicos.
Habrá quien le gusta que le demuestren afecto *fisicamente*, con el tacto, abrazos, etc., habrá quien le guste pasar *tiempo* junto a una persona.
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Hay dos retos.
1. Tener la capacidad de saber uno mismo la forma en la que uno entiende el afecto.
2. Saberlo comunicar.
Y el tercer reto es darle al otro el tipo de afecto que necesite... Aunque a ti mismo sea ajeno à tu sistema de creencias o marco de referencias.
Juzgar al otro por la forma en la que interpreta su realidad nos desconecta. Nos aleja entre nosotros.
Pero es "normal". El cerebro funciona comparando y haciendo predicciones todo el tiempo.
Todo esto porque entender que a Otho le funciona muy bien un sistema de creencia basado en la Fé. Desde siempre ha creído en cosas desde aliens hasta conspiraciones y ahora no se bien en que esté. Y si eso le funciona para llenar sus necesidades pues será cool no juzgar basados en nosotros mismos.
No se si tiene sentido todo esto pero creo que esta buena esta réflexion... Ya me dices que piensas.
